La reserva de dominio de un bien es una herramienta muy frecuente en caso de recurrir a un préstamo para su adquisición. Es habitual en la compra de vehículos y, según esta cláusula contractual de la financiación de la compraventa a plazos, la titularidad del vehículo quedará en manos de la entidad prestamista hasta que se haya completado el pago por completo.
En la reserva de dominio de un coche o de cualquier vehículo podemos destacar algunas claves para entender mejor cómo funciona:
- La propiedad se divide en dominio y posesión. En caso de reserva de dominio, la posesión del bien la tendrá el comprador, pero el dominio permanecerá en manos del prestamista hasta que se pague el préstamo.
- La financiación puede acordarse por el importe parcial o total del vehículo. Por lo tanto, la reserva de dominio afectará únicamente a la parte financiada.
Hasta que se abone por completo la parte financiada, el comprador no disfrutará de la propiedad completa del coche: tendrá la posesión, pero no podrá disponer librem
ente de la propiedad y su dominio. Por ejemplo, no podrá venderlo a un tercero.
La financiera tendrá reservado el derecho legal a cancelar la financiación y apropiarse del bien en caso de impago.
La reserva de dominio aparecerá anotada en el Registro de Bienes Muebles.
Aunque se parecen, hipoteca y reserva de dominio no son lo mismo. Si tienes dudas, lo mejor es acudir a un profesional para conocer las consecuencias concretas de cada caso