La mitad indivisa de un bien inmueble supone la existencia de dos propietarios, teniendo cada uno de ellos un 50 % de la propiedad, sin que este bien se pueda dividir. El proindiviso suele producirse en caso de divorcio o de herencia con varios hermanos.
Es posible vender y subastar mitades indivisas de inmuebles. Si no es posible alcanzar un acuerdo entre las partes para la venta del conjunto (por ejemplo, es frecuente que uno de los propietarios quiera comprar la parte del otro pero éste no la quiera vender), se puede acudir, entre otras cosas, a la vía judicial para su subasta pública.