El depósito es una especie de ‘fianza’ que debemos aportar para poder participar en la subasta, pero no cuenta como puja. Para poder adjudicarte un bien hay que realizar el depósito y luego, como mínimo, una puja.
Lo que sí es posible es descontar el importe del depósito del importe de la puja ganadora. Si resultas adjudicatario, tan solo deberás ingresar la diferencia entre el depósito y el importe de tu puja.