Depende del organismo que celebra la subasta, de si hay o no inquilinos... Pero los trámites habitualmente son lentos y pueden ir de 6 meses a 1 o 2 años.
La subasta que se adjudica directamente el postor por realizar la puja máxima puede tardar entre 6 meses y 1 año.
En cambio, si el embargado y el acreedor tienen opción a adjudicarse el bien, el proceso se puede demorar de 1 a 2 años.